El Sitio de Eugenia

Encaramada bajo la Peña del Morral, esa la primera vista que tenemos de la Basílica cuando llegamos a la Muy Noble y Muy Antigua Villa de Graus, en la comarca de La Ribagorza.

Cuenta la tradición que allá por el año 1083, unas luces resplandecientes, señalaron un hueco en una roca donde se encontró la imagen de una Virgen a la que llamaron de la Peña. Allí se construyo una pequeña capilla románica que con el tiempo se convirtió en el actual conjunto de estilo gótico y decoración renacentista.

Y si, digo conjunto, por que ademas de la iglesia hay una pequeña  capilla dedicada a San Juan Letran, un claustro y lo que en sus tiempos fue hospedería y hospital reconvertido hoy en un interesante museo de Iconos religiosos.

Basilica virgen de la peña graus

Pero vamos, comencemos el recorrido.

No me importan tanto los estilos arquitectónicos como descubrir esta pequeña joya y las sensaciones que transmite. Llegamos hasta ella dando un pequeño paseo desde el pueblo de no más de 10 minutos.

Podemos ir por la calle Hospital o por las callejuelas estrechas del Barrichós, el barrio antiguo de Graus. A gusto de cada cual. En el camino, veremos unos antiguos sepulcros de piedra donde moran los restos de Rodrigo Mur y Marica, protagonistas de otra simpática leyenda del municipio. Pero eso es otra historia…

Conforme subimos y nos acercamos, comprobamos las verdaderas dimensiones de la Basílica y como se impone su figura, ganando terreno a todo lo demás.

Ya hemos llegado y accedemos por el piso inferior del claustro, una galería porticada con un curioso balcón llamado “predicadera” desde donde según cuenta la tradición, daba sus sermones San Vicente Ferrer, patrón de Graus.

Todavía no os lo he dicho, pero desde ya, dedicaros a entrar y salir, a recorrer, a meteros en, a sorprenderos y por supuesto a fotografiar. Pasad al balcón y haced como que habláis a una multitud que os escucha con atención.

¡Yo lo he hecho! ¡Imaginad!

villa de graus

Llegamos al final de la escalinata y al girar posiblemente, os llevéis una gran sorpresa. Digo solo posiblemente por que ésta es mi humilde opinión, aunque a juzgar por los comentarios que se oyen alrededor, mi opinión si bien sigue siendo humilde, pasa a formar parte de la “opinión mayoritaria” (vaya lío con tanta opinión).

Ante nosotros se abre un patio con un claustro formado por 17 arcos que lo convierten en un magnífico mirador que se abre a la Villa de Graus y al valle.

¡Empezad con las fotos y el instagram si no lo habéis hecho ya! Por supuesto no puede faltar la foto apoyados en una de las columnas y mirando hacia el horizonte…

virgen de la peña graus

A la parte de dentro cierran el claustro otros arcos, estos más grandes en los que, si os fijáis bien y buscáis, podréis leer unas inscripciones que dicen “Dirígete a lo de arriba” “Con Dios” “Conócete a ti mismo”. En griego, claro.

En este espacio, en el que yo me siento como en el salón de mi casa por lo acogedor, hay ademas de la Iglesia, un singular olmo centenario con el que podéis “jugar”, un pozo que guarda las aguas frescas y pequeños jardines cuidados con esmero.

que ver en graus

Mirad si tendrá encanto este lugar, que hasta se canta opera y se celebran conciertos de piano en él. Sobre el claustro se edificó la casa hospital que es ahora el Museo de Iconos.

La curiosa capilla de San Juan de Letran que está cerrada pero se puede ver a través de unas pequeñas ventanas se encuentra en el pórtico junto a la iglesia, en la que si entramos lo primero que nos llama la atención es la ausencia de retablos y la desnudez de sus muros, consecuencia de la quema de iglesias durante la Guerra Civil Española.

que ver en la ribagorza